31/8/11

LA MALDICION DEL LOTO NEGRO

Hoy me siento encima de tu cuerpo muerto
Recordando esas lagrimas que derramaste en mis sentimientos
Olvidando esa mirada hacia otro destino que te llevo a un diferente puerto
Memorizando palabras olvidadas en unos escritos de pergaminos rotos
Esas en que decías que preferirías morir a estar sin mi alma
Conseguiste tal deseo estupido (morir)
Hoy penetras en ella, esta alma vive muere por recuerdos
Esta me condujo a tus caminos sin fin
Esos sucios caminos que me condujiste a ellos
Los que lamo todos los días para tener tu esencia
Y mi lengua bifida prestes a saciar a alguien con su veneno
Mis queridos mortales esos que sienten que aman
Que aun les penetra el dolor en esos corazones rotos
Donde el Mio muere poco a poco imposible de romper la bondad
Para adentrarse en ella.....
El mío que yace como fantasma en un hueco vacío
Busco alguien para culpar pero no hay nadie
Eso me agrega me agrada mas a tu oscuridad
Yo soy la más muerta de los vivos
La sorda de la paz
La empequeñecida en el tiempo
En mí todo es flor de loto negro
Todo huele a breves y olvidados crisantemos
No me quedan otros pétalos que los que ya he mordido
No me queda tiempo no me fragua lo vivo
Amanezco y rozo tibiamente el andamio de tus ojos ciegos
Enciendo hogueras con tus huesos
mientras enredo almizcles con mis muertos dedos
Hago trampas, Cazo misterios
Ya no puedo ni soñar, pero me creo cuando aúllo y cuando siembro el miedo
No soy ninguna poeta...... Soy sólo una simple y llano muerto
Una muerta recién muerta, una sombra de mi credo de mis tretas
Un minúsculo silencio en tu cerebro podrido
¿Podrías dejarme dormir?
¿Podrías cuando menos amansarte en mis secretos?
No quiero beber tu luz, no quiero comer tus ruegos
Yo sólo quiero dormir para olvidarme luego.
El sabor no se repite aunque se repitan las cosas
Poco más que imbécil es quien pretende aprisionar cualquier sabor
Pues la jaula resulta siempre, siempre, siempre
Una caricia torpe sobre los enredosos cabellos del aburrimiento
Un enfrenó miedoso, un amarrón solemne
Igual a cualquier paranoia garapiñada con el hambre que se asfixia
Bajo tu memoria donde me siento todos las noches
Una más de esas tragedias esas que no aguantan mis mordiscos
Y tendré que despedir juntas todas a mi hambre y a mi lengua bifida
A mi nariz y a mi escueta esperanza
Las pondré de patitas a la calle, porque son malcriadas
Porque creo que nunca pararan de calentarse
En el fuego que hago con tus huesos.

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