Tu que todo lo sabes, tu que todo lo ves
Ven en mi auxilio, ven a socorrer
Este cuerpo cansado de esta fría vida
De este seco palpitar y de amor encarecida
Ven y salva de putrefacción mi alma
Y mis sueños de la desaparición arrastrada.
Ven y roba mis lamentos, ven y roba mi ilusión aniquilada
Ayúdame a morir de un solo puñal
Que no sienta dolor de este mundo terrenal
Dejo mis huellas, dejo mis cantos,
Dejo mis lágrimas esparcidas por todo el asfalto
Muerte pálida tu rostro crispado
Sonríe al verme sedienta de ti no te importan motivos, razones, ni consejos
Solo quieres que mi vida sea tuya en estos momentos
Y no valen a última hora los tristes ruegos.
Llévame a los confines del inframundo
A vivir lo pasado a remediar lo nauseabundo
Allí resistiré toda la eternidad en lo profundo
Vivir sin días, respirar sin aire en esa serenidad me confundo.
Bella muerte tus crespos escarchados por el
Frío que produce tu siniestro trabajo
Oficio tan sombrío faltado de encanto
Condenada estas a continuar alterando
La vida de los habitantes de este mundo
Desde el más mundano hasta el más santo ?
Post mortem. M-o-r-t-e-m, no morten. Perdona q t lo diga (seguro q ya te lo habran dicho) pero si escribes en latín, no te termines de cargar la lengua, que ya está muerta.
ResponderEliminarDe todas formas, hay que tener narices para darle tu poesía al mundo de esta forma ¡No dejes de hacerlo!